Presentación

Una de las finalidades de la revista Educación y Educadores, desde su origen, ha sido la de difundir en la comunidad académica de educadores, nacional e internacional, trabajos de investigación relevantes que contribuyan a enriquecer la teoría y la práctica en educación. De otra parte, sabemos que la actividad educativa tiene lugar tanto en instituciones sociales formal e intencionalmente dedicadas a ello, como en las que teniendo otras finalidades principales requieren de procesos educativos peculiares como condición sine qua non para alcanzarlas. Tal amplitud del objeto de estudio, y de las instituciones y los agentes participantes en su desarrollo, hacen que sea prácticamente inabordable desde una sola disciplina, y que la producción investigativa sea altamente variada en sus contenidos, aproximaciones y métodos.

Cómo clasificar y agrupar la producción investigativa en educación es una tarea realmente difícil, en la que entran en juego mucho más que criterios editoriales que piden focalizar en la menor cantidad de objetos posibles los contenidos de la publicación. Entran en juego criterios epistemológicos acerca de cuáles son los saberes válidos dentro de una gran pluralidad disciplinar, si existe una organización jerárquica entre ellos, y cuáles deben ser divulgados con la etiqueta de conocimiento científico. Asimismo, hay que mencionar criterios de equidad y democratización en el acceso al conocimiento; parecería que es una obligación para las publicaciones no solo segmentar sus audiencias, sino hacerlo hasta tal punto de especialización que se puede afirmar que se trata de una discriminación de audiencias. El centro de control de la elección de intereses se desplaza de los miembros de las comunidades académicas a los editores; son estos últimos los que eligen a dónde deben orientarse los intereses de los lectores.

No cabe duda de que una publicación científica debe tener un área de saber definida y un público objetivo; sin embargo, esto no implica que deba tener una temática monográfica ni una audiencia discriminada. La condición de calidad académica de una revista científica no está determinada por la amplitud de contenidos de los artículos que publica. Tampoco por la concentración en torno a una sola cuestión. Se pueden publicar artículos diversos, todos de excelente calidad, o muchas contribuciones sobre una sola cuestión, pero con poco rigor o relevancia.

Por estas razones, Educación y Educadores no quiere ser una publicación monográfica ni disciplinar; quiere mantenerse como una revista científica que respeta la complejidad y amplitud del saber educativo en sus diferentes dimensiones, y la práctica educativa en sus múltiples contextos sociales e institucionales.

El presente número manifiesta la riqueza de la diversidad disciplinar y metodológica dentro de un mismo ámbito científico y aun dentro del mismo contexto sociocultural. Han coincidido en este fascículo cuatro trabajos de educadores chilenos, lo que manifiesta la dinámica investigadora que este país viene logrando en la educación y que, con seguridad, es una de las razones por las que Chile está situado en posiciones de vanguardia en Suramérica en cuanto a desarrollo socioeducativo. Contamos también con un valioso trabajo adelantado por colegas brasileros, país cada vez más presente, con pleno derecho, en nuestro contexto lingüístico, con un ingente volumen de estudios académicos en educación de gran calidad, dignos de ser divulgados, como el que aquí publicamos. Está presente también el trabajo de dos investigadores colombianos, que desde una perspectiva empresarial abordan la cuestión del liderazgo de los directivos docentes.

Con el empeño de mantener la política editorial de apertura a una amplia temática dentro de la teoría y la práctica educativas, Educación y Educadores continúa su andadura, y agradece la colaboración de los que participan de esta tarea.

Finalmente, hacemos participes a todos nuestros lectores del último logro de la revista. Su calidad fue reconocida por el índice de Publicaciones Colombiano, Publindex, que la situó en la categoría A2, la segunda en importancia dentro de las establecidas en este Indice.

Ciro Parra Moreno
Director